Huellas de la guerra

El cerco de Huesca duró casí un año y medio, pero sus restos llegan hasta nuestros días. Durante esos 500 días el bando republicano, y especialmente la sección anarquista, intentaron, sin éxito, tomar Huesca. Los anarquistas perdieron en esta batalla a 1000 hombres, y fueron heridos grandes personajes como George Orwell.

En cada una de las paradas de esta página encontrarás un tesoro. Para localizarlo te facilitamos unas coordenadas y una serie de pistas. Te recomendamos que te descargues la aplicación gratuita Geocaching.com. Allí tienes todos nuestros tesoros geo localizados y las pistas.

1 día
Medio
5
Recomendaciones

– Necesario vehículo.
– Necesario llevar el móvil en todo momento.
– Recomendado descargar App de Geocaching (Google Maps podría ser una alternativa suficiente).
– Recomendado descargar el PDF de la ruta (disponible en «link a la ruta») por si nos encontramos en algún lugar sin cobertura poder seguir teniendo la información de la ruta.
– Se recorren unos kms en pista sin alfaltar no siempre en buen estado.

Ubicación del tesoro

N 42° 03.460′ W 000° 26.445′.

Pista:
Junto a los restos bélicos verás un impresionante pozo de hielo. Entra. ¿Ves esa ventana? Sal, sigue el camino alrededor… El tesoro te aguarda allí.

VICIÉN. REFUGIO-POLVORÍN-CUEVA DE TRANSMISIONES

Vicién fue un punto estratégico de primer orden por su cercanía con Huesca (9 km) y por su localización al lado de la vía del tren, y se convirtió en el centro de operaciones y puesto de mando de las milicias anarquistas desde el 15 de agosto de 1936. La “Columna Ascaso” y los “Aguiluchos” vivieron en algunas casas del pueblo.

La llegada de los milicianos hizo que la población de Vicién pasara de 400 a más de 2000 habitantes por lo que se tuvieron que preparar alojamientos, almacenes, cocinas de campaña y hasta un hospital de sangre, que se ubicó en una de las casas del pueblo en cuya fachada puedes leer aún hoy: «Requisada CNT»

Los refugios antiaéreos se construyeron para defender a la población civil, ya que a través de los observadores se estableció una defensa pasiva aérea que mediante sirenas y silbatos alertaba a la población de la llegada de la aviación enemiga y de la necesidad de desplazarse a los refugios. Se ubicaron alrededor del antiguo Pozo de Hielo de Vicién, llenando la ladera del monte de cuevas.

La “Cueva de Transmisiones”, fue un lugar vital para los combatientes en el desarrollo de las operaciones. En el interior todavía se conserva una inscripción en la que se lee «TRANSMISIONES 141 BRIGADA, 32 DIVISION, 1-1-38» seguido de un cuadrado en el que figuran las letras «RB» en mayúscula. Encabeza todo el conjunto una estrella de cinco puntas dentro de un círculo.

Aquí se instaló en marzo de 1938 el cuartel general de la 141 brigada de la 32 División Republicana para frenar el avance de la ofensiva nacional.

Ubicación del tesoro

N 42° 05.677 W 000° 21.383

Pista:
George Orwell te invitaría a pasar.

MONFLORITE: EL HOGAR TEMPORAL DE GEORGE ORWELL

El escritor británico Eric Arthur Blair (1903-1950) más conocido como George Orwell describió en su libro “Homenaje a Cataluña” sus recuerdos durante los 6 meses que estuvo en España y sus experiencias durante los ochenta días que pasó en el frente de Aragón, de enero a junio de 1937. En el frente sufrió penurias, calamidades y desesperanzas, describe lo que ve, lo que siente y lo que piensa.

Orwell viajó a España en diciembre de 1936 con el objetivo de escribir artículos periodísticos sobre la Guerra Civil Española, pero terminó por enrolarse en Barcelona en las milicias del POUM, Partido Obrero de Unificación Marxista, un partido leal al Gobierno de la República. Orwell combatió primero en Los Monegros, en los alrededores de la Sierra de Alcubierre, y desde el 16 de febrero de 1937 lo hizo en el “cerco de Huesca”, en el entorno de Monflorite y La Granja.

Junto a la plaza Mayor está la casa que hizo las funciones de hospital de sangre durante la guerra. En ella Orwell convaleció durante dos semanas, en marzo de 1937, tras una herida en la mano. En febrero de 2017 se colocó en su fachada una placa conmemorativa.

En ella se puede leer: “Con el brazo en cabestrillo pasé unos días de ensueño paseando por el campo. Monflorite era la típica acumulación de casas de barro y piedras, con callejas tortuosas que los camiones habían recorrido hasta dejarlas como los cráteres de la luna (…)”.

Orwell fue de nuevo herido en el cuello por un proyectil de bala procedente de un francotirador el 20 de mayo de 1937.

Impacta cómo describía Orwell los hospitales y es que “eran barracones construidos a toda prisa, donde los heridos normalmente sólo pasaban unas pocas horas antes de ser trasladados a Barbastro o Lérida”. Y también lo que escribía la enfermera australiana Agnes Hodgson “nos concentrábamos en las heridas más urgentes, pero era muy difícil y muy duro diferenciar entre ellas. Heridas que en hospitales normales hubieran requerido inmediato tratamiento, allí tenían que esperar”.

Ubicación del tesoro

N 42º 08.304 W000º 19.975

Pista:
bajo un montón de piedras.

TIERZ. LÍNEA DE TRINCHERAS, FORTINES Y CUEVAS

Las trincheras del Saso de Tierz fueron un enclave estratégico republicano desde el que se controlaba la carretera de Barbastro, el paso de Estrecho Quinto, la localidad de Tierz y la propia ciudad de Huesca.

Los milicianos excavaron en la tierra una línea de trincheras en paralelo al Saso, adaptándose a la orografía del terreno, y protegiéndose con un muro delantero de mampostería.

Recorre el interior de las trincheras y fíjate en los pozos de tirador y en algunas de las galerías subterráneas excavadas que sirvieron de refugio, vivienda, polvorín, almacén, puesto de mando y de socorro.

En el interior de estas cuevas se conservan nichos excavados a modo de repisas para guardar objetos y también hay inscripciones grabadas por los milicianos en sus paredes.

Orwell, en su libro Homenaje a Cataluña, relataba la vida en las trincheras “(…) en las colinas se hacía una vida tan monótona como la de un empleado de ciudad, y casi tan regular. Montar guardia, patrullar, cavar; cavar, patrullar, montar guardia (…)”, y también escribió cuáles eran las cinco cosas más importantes en la guerra de trincheras: leña, comida, tabaco, velas y el enemigo, en ese orden, con el enemigo en un alejado último puesto.

En las proximidades de Tierz se encuentra una caseta de piedra, de planta circular y cúpula semiesférica, cuya función original era la de guardaviñas (Caseta Viñuales o Gabarre) que sirvió como almacén, refugio o puesto de guardia. A ella se llega por un camino señalizado desde la ermita de Santa Cruz de Tierz por el camino del cementerio. En ella se conservan gran cantidad de inscripciones relativas al POUM, Partido Obrero de Unificación Marxista, un partido leal al Gobierno de la República.

Ubicación del tesoro

N 42° 08.304′ W 000° 20.001′

Pista:
en la ultima piedra al final del muro…. por favor bien tapado.

ESTRECHO QUINTO. BÚNKERES Y TRINCHERAS

Las alturas de Tierz, Montearagón y Loporzano formaron la denominada “Posición de Estrecho Quinto” en el Cerco de Huesca. En este lugar se conservan varios búnkeres de hormigón construidos por los milicianos del POUM y orientados hacia la ciudad de Huesca.

A pocos metros de este fortín se encuentra otro nido de ametralladoras de mayor tamaño que contaba con una entrada y un pasadizo de obra que conducía al fortín con planta en forma de U y con cinco aspilleras.

En un principio el entorno formaba parte de la posición defensiva nacional de Estrecho Quinto, constituida por Montearagón, Quicena, Loporzano y las alturas de Tierz. Posteriormente el fortín formó parte del primer cinturón defensivo republicano alrededor de Huesca en lo que se conoce como el “Cerco de Huesca”. Estas defensas se construyeron a finales de 1936 por orden del coronel Villalba, cuando se estabilizó el frente en torno a Huesca y Estrecho Quinto pasó a ser republicano.

Ubicación del tesoro

N 42° 09.114′ W 000° 20.738′

Pista:
Este enclave, debido a su posición privilegiada, fue un lugar muy activo durante la Guerra civil española.

QUICENA. CASTILLO DE MONTEARAGÓN. BÚNKERES Y TRINCHERAS.

Este viaje invita a reflexionar sobre las penosas condiciones de vida que tuvieron los miles de combatientes durante la guerra: calor, frío, lluvia, escasez de alimentos y de material sanitario, largos días de enfrentamiento, de espera, de sinsentido, de avance y de retirada, aparte del peligro de las balas y de las explosiones. Y también de las personas que voluntariamente decidieron ayudar no sólo a los soldados del frente sino también a las personas que llegaban a los hospitales con infecciones por falta de higiene o por las malas condiciones del agua de boca, desnutrición, carencia de vitaminas y un largo listado de enfermedades.

Orwell escribió:

“A menudo solía contemplar el paisaje invernal y maravillarme de la fatalidad de todo ¡Qué absurda era una guerra así!”

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Prepirineo Clandestino
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!!! Enhorabuena Clandestinos.... sigue disfrutando de las búsquedas de tesoros en nuestro entorno!!!!